ACHIPIA realizó una evaluación de la exposición dietaria crónica de edulcorantes en alimentos consumidos por la población chilena

13 mayo 2021.-Los resultados de la investigación solicitada por el Ministerio de Salud, demostraron que la ingesta diaria admisible para cada uno de los cuatro edulcorantes evaluados no fue superada en ninguno de los grupos etarios y escenarios analizados.

edulcorantes

ACHIPIA efectuó una evaluación de exposición dietaria crónica, solicitada por el Ministerio de Salud (MINSAL). En ella se evaluó la ingesta de cuatro edulcorantes no nutritivos (acesulfamo potásico, aspartamo, sucralosa y glicósidos de esteviol), autorizados en el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA) y que son consumidos habitualmente en la dieta de la población chilena. Como fuente de información se utilizó la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA 2010) y los resultados analíticos del Plan de Vigilancia de Aditivos Alimentarios del MINSAL, realizada entre 2018-2019. Los responsables de la evaluación fueron Constanza Miranda, Natalia Martínez y Gustavo Sotomayor, integrantes del área análisis de riesgo de ACHIPIA.

Los resultados de la investigación mostraron que la ingesta diaria admisible (IDA) para cada uno de los cuatro edulcorantes evaluados no fue superada en ninguno de los grupos etarios, ni escenarios analizados. El mayor porcentaje de la IDA fue encontrado en sucralosa, con un 56,36% para el grupo de niños pequeños (de 2 años).

De acuerdo a la evaluación, las categorías de alimentos que más contribuyeron a la IDA fueron jugo en polvo, bebidas de fantasía, leche líquida y yogurt, productos consumidos ampliamente por niños de 2 a 9 años. Lo anterior, sumado a la reformulación de dichos alimentos, en su mayoría en la versión con uno o más edulcorantes, sugiere la necesidad de continuar la vigilancia de estos aditivos alimentarios, en especial en niños de 2 a 9 años y con patologías asociadas como diabetes, fenilcetonuria y obesidad.

Constanza Miranda, encargada de evaluación de riesgos del área de análisis de riesgos de ACHIPIA y una de las responsables de la evaluación, comentó sobre la importancia de esta investigación: “Por primera vez estimamos el riesgo de sobrepasar la IDA (cantidad de una sustancia presente en los alimentos o el agua potable que puede consumirse diariamente durante toda la vida sin que se aprecie un riesgo sobre la salud) para cada uno de los cuatro edulcorantes evaluados por su consumo a través de los alimentos en casi todas las edades de la población chilena (de 2 a 75 años). En otras palabras, estimamos la probabilidad de estar expuestos a un perjuicio a la salud producto del consumo de edulcorantes a través de los alimentos.”, señaló. “Esto se realizó no solo en la población promedio, sino que estimamos escenarios de mayor exposición que pueden representar a poblaciones que tienen patrones de consumo elevados y que son leales a ciertas marcas, y por ende consumen más cantidad y están más expuestos”, agregó la profesional de ACHIPIA. Constanza Miranda opinó también que a pesar de que se utilizaron los peores escenarios de exposición, el riesgo de exceder la IDA es bajo por lo que existe una cierta tranquilidad en que la población general no debería pasar los límites en el consumo de los edulcorantes.

De esta forma, el riesgo no está asociado al mero hecho de ingerir los edulcorantes, sino en qué cantidad se ingieren y qué poblaciones de individuos los ingieren. “Es distinto si un niño de 1 año ingiere una alta cantidad de alimentos con edulcorantes versus un adulto (debido al menor peso corporal del niño lo que lo hace estar más expuesto), o bien una persona consume alta cantidad de estos aditivos porque elige solo alimentos en sus versiones con edulcorantes debido a una condición de salud que así lo requiere, ej: diabetes u obesidad. En todos estos ejemplos, el riesgo es distinto, y está en función de su peso corporal y consumo de alimentos. El beneficio de consumirlos está asociado a la condición de salud del individuo.”, afirmó Natalia Martínez, encargada de apoyo científico en evaluación de riesgos de peligros químicos, del área análisis de riesgos de ACHIPIA, quien también participó en la investigación.

Los resultados de esta evaluación permiten a los gestores de riesgo (MINSAL) decidir en base a información científica sólida sobre actualizaciones a la normativa sobre edulcorantes y también sobre recomendaciones de consumo de ciertos alimentos que contienen estos aditivos.

A su vez, esta información podría orientar políticas públicas, planes y programas que apunten a informar al consumidor sobre los riesgos alimentarios y así orientar sus preferencias de elección vinculada con los objetivos de la Ley de Etiquetado. También implica que se cree en la industria alimentaria la necesidad de no solo agregar edulcorantes a los alimentos, sino de reformular sus objetivos apuntando hacia la disminución de azúcares como una alternativa viable de mercado que pueda transformarse, a largo plazo, en una estrategia país.

Este estudio contó con el apoyo científico en ámbitos metodológicos de las expertas de la Unidad de Food Ingredients and Packaging (FIP), Department of Scientific Evaluation of Regulated Products of the European Food Safety Authority (EFSA), y de los expertos de la Unidad de Dietary Exposure and Aggregated Exposure, Exposure Department of the Federal Institute for Risk Assessment (BfR). Esta colaboración científica se dio bajo el marco del Memorandum de Cooperación firmado entre MINAGRI-ACHIPIA y ambas instituciones.

Para acceder a la Evaluación de la exposición dietaria crónica de edulcorantes en alimentos consumidos por la población chilena pinche aquí

 

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